DISCURSO DE ORDEN
CENTENARIO DEL LICEO BOLIVARIANO LIBERTADOR (1917-2017)
A CARGO DEL MSc. RICHARD JOSÉ LOBO SIVOLI

Como historiador tendré que hacer un gran ejercicio de síntesis para poder exponer de manera breve y entendible los cien años de historia que conmemoramos en esta Sesión Solemne gracias a la bondad que ha tenido este Bolivariano Consejo Legislativo. Ahora como ser humano deberé hacer un esfuerzo doble ya que la emoción me embarga porque parte de mi vida personal quedó escrita en las paredes y pasillos del Liceo Libertador; desde aquel año glorioso y rebelde de 1992 cuando me gradué como Bachiller en la promoción 75 aniversario “Bodas de Diamante” del Liceo Libertador, hasta el año 2008 cuando siendo docente de planta por circunstancias laborales me alejaron de mi Mérida querida para cumplir otras tareas, en otros espacios, pero mi mente y mi corazón siempre estuvieron recorriendo sus pasillos. Quiero advertir a los presentes que esta intervención está orientada a la compresión del nacimiento de esta institución centenaria, algo que muy poco o nada se ha dicho o se ha escrito; y que nuestros estudiantes y pueblo merideño deben conocer.

Hace 50 años atrás un catedrático comenzaba su discurso de la siguiente manera: “Mucha historia ha sido hecha en Mérida, en distintos campos: uno de ellos, el educativo y cultural, la producción es particularmente abundosa, muy brillante”. Me refiero al Doctor Pedro Nicolás Tablante Garrido, hombre de letras, devoto exalumno y exprofesor del Liceo Libertador, quien tuvo la tarea de ser Orador de Orden durante las festividades de las “Bodas de Oro” de nuestra institución. Hoy 50 años después otro exalumno y exprofesor del Liceo Bolivariano Libertador tiene la gran responsabilidad de dirigirse a tan esclarecidos ciudadanos de esta ciudad para exponer un poco sobre la historia del Liceo.

El 23 de mayo de 2017, se conmemoró el Centenario del Liceo Bolivariano Libertador, cien años desde aquella reunión de un grupo de catedráticos de la época quienes mientras conmemoraban un año más de la entrada triunfal del brigadier Bolívar a la ciudad de Mérida, resolvieron reorganizar el Liceo que ya existía en el seno de la Universidad de Los Andes y adaptarlo a los requerimientos exigidos por el Ministerio de Instrucción Pública. Con esto quiero decir y fijar posición que la génesis del Liceo Bolivariano Libertador data de más de cien años de trabajo.

Ahora bien explico:

Para el año 1909 el ilustre maestro Dr. Tulio Febres Cordero advirtió públicamente en la Gaceta Universitaria de la Universidad de Los Andes; número 2, de fecha 15 de abril de 1909, sobre la falta de preparación académica de los Bachilleres que pretendían llegar a la Universidad, era necesario crear una institución que diera respuesta a esta grave situación planteada por tan esclarecida personalidad de la academia. Es entonces, cuando el 21 de noviembre de 1909, se instaló nuevamente en esta ciudad el Liceo de Ciencias Políticas.


Dr. Tulio Febres Cordero


Las actividades del liceo se pusieron en marcha de inmediato y para finales de 1913 ya el Liceo contaba con un Curso Preparatorio con quince cátedras distribuidas en dos años, y un curso más de Bachillerato con diecisiete materias en tres años. Pero sería dos años más tarde, el 12 de marzo de 1915 cuando por decreto del ciudadano Presidente Provisional de la República de Venezuela, Dr. Victorino Márquez Bustillos, declara formalmente su creación; haciendo constar que la Universidad de Los Andes además de sus escuelas formativas está constituida con un Liceo, funcionando bajo el gobierno y dirección de las autoridades universitarias de acuerdo con el decreto y los reglamentos que se dicten para su ejecución. Así mismo, en la sección primera del decreto en lo que corresponde al Liceo en su artículo Nº 3 dispone “El Liceo de la Universidad de Los Andes se rige por las disposiciones del decreto reglamentario de la Instrucción Secundaria Pública, de ocho de los corrientes, en cuanto sean aplicables y por los del presente estatus que expresamente conciernan”. Posteriormente este decreto establece en la sección cuarta, “Del personal de la Universidad”, que como requisito para ejercer la docencia en el Liceo se requiere el título oficial de Profesor de Institución Superior o Secundaria respectivamente. De igual manera queda establecido que el Rector de la Universidad haría las veces de Director del Liceo Universitario; y el vicepresidente del correspondiente consejo de profesores, las de sub-director.

Es entonces cuando a partir del 23 de mayo de 1917, se comienza a realizar los trámites para que comenzara a funcionar como un instituto educativo separado de la Universidad, recibiendo la autorización por parte del Ministerio de Instrucción Pública a cargo del doctor Carlos Aristimuño Coll, y donde este, a través de un telegrama fechado el 19 de junio de 1917, dirigido al señor Vicerrector de la Universidad de Los Andes, le expresa lo siguiente: “Como desde el 1° de julio próximo funcionará separadamente el Liceo en el mismo edificio de la Universidad espera el despacho a mi cargo que U.d. se sirva tramitarle por esta misma vía ternas de candidatos, de entre los actuales profesores, para hacer el nombramiento de Director y Subdirector del referido Liceo”. Quedará escrito en nuestra historia regional y en las crónicas históricas del Liceo Bolivariano Libertador que su primer director fue Don Adolfo Briceño Picón.

El 14 de marzo de 1922 luego de años de estudio y de trasformación de los currículos educativos inició la actividad del Liceo de Mérida, instituto anexo a la Universidad de Los Andes, con clases de los cuatro años del Curso General en la Instrucción Secundaria, los cuales constaban con 29 asignaturas gracias al espíritu de avance que caracterizó la actuación del Dr. Rubén González, digno Ministro de Instrucción Pública para ese entonces.


Era tal la importancia de que funcionase este Liceo en la ciudad serrana que el 28 de diciembre de 1922 desde el mismo despacho presidencial se organiza y autoriza la siguiente terna de docentes: Dr. Tulio Febres Cordero; J. Márquez Molina; Pedro Guerra; Dr. Florencio Ramírez; Dr. Gonzalo Bernal; Dr. Francisco Valeri; Pedro Febres Cordero; Dr.Antonio Justo Silva; Dr. Mario Valeri; Br. Emilio Maldonado; Dr. Gonzalo Salas; Dr. Roberto Picón Lares; Dr. Gabriel Febres Cordero; Dr. Zacaría Antonio Sánchez; Dr. Antonio Justo Silva (hijo); Br. Carlos M. Zerpa; Br. Emilio Menotti Spósito y Br. Heriberto Chuecos. Los cuales tenían la responsabilidad de impartir las siguientes cátedras: Castellano; Francés; Literatura española y composición; Latín; Griego; Filosofía; Cosmografía y Cronología; Aritmética razonada; Trigonometría; Geografía e Historia de Venezuela; Geografía e Historia de América; Geografía elemental: Historia y Geografía Universal; Botánica; Zoología; Mineralogía y geología; Física; Química; Dibujo a mano suelta; Dibujo Lineal; Elementos de Topografía y Dibujo Topográfico.

El Liceo de Mérida funcionaría como anexo de la Universidad de Los Andes hasta el año de 1932, cuando cambia su sede a una casa colmada de historia, ubicada entre las calles Bolívar y Federación, distinguida por ser la casa de habitación del héroe merideño en la Batalla de Ayacucho, Capitán José de los Santos Marquina.

En 1936 se mudó a pocos metros, a una casa que perteneció al prócer de la Independencia Teniente Manuel Nucete Muñoz luego desapareció para dar paso a las residencias AUGE, sede actual de la zona educativa Nº 14 del estado Mérida.

En 1942 vuelve a mudar su recinto para instalarse en los espacios de la antigua Casa de los Gobernadores de Mérida.

En 1946 se mudó a dos grandiosas edificaciones ubicadas en la Av. 4 Bolívar entre las calles 27 Carabobo y 29 Zea. Construidos durante el gobierno del General Isaías Medina Angarita y que hoy día son Monumento Histórico Nacional según Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº 33052, de fecha 30 de agosto de 1984.

Como consecuencia de ser una institución emblemática a nivel nacional, el Liceo Bolivariano Libertador ha estado a la vanguardia en las transformaciones educativas de la nación por lo que lo ha llevado a cambiar su nombre en varias oportunidades. Desde su génesis: Liceo de Ciencias Políticas y Liceo Universitario, luego de su transformación: Liceo de Mérida; Unidad Escolar Libertador; Liceo Libertador; Unidad Educativa Libertador y hoy por hoy, Liceo Bolivariano Libertador.

A lo largo de su historia, la excelencia académica que ha caracterizado al Liceo Bolivariano Libertador ha sido acompañada de innumerables reconocimientos regionales y nacionales en todas sus actividades extra cátedra como la reconocida Banda Show; el Centro de Ciencias “Dr. José Francisco Torrealba”; “El Libertador”, órgano divulgativo de los quehaceres de la institución; el Canto a Bolívar; la reedición de la entrada triunfal del brigadier Simón Bolívar a Mérida; las diversas actividades desarrolladas a través de la cátedra de Instrucción Premilitar; como también el desarrollo en el campo deportivo.

El 23 de mayo de 2017, se encendió una estela que perdurará a través de los tiempos y de los hombres, se colocó la Placa Centenaria bajo el busto del Libertador Simón Bolívar, la misma recordará diariamente a todo el personal obrero, administrativo, directivo, docente y estudiantil su compromiso con el decano de los liceos del occidente del país, con nuestra Mérida y nuestra amada Venezuela; ser los mejores en sus tareas diarias e innovando en las mismas, disfrutando de cada hora que pasa en la institución; colaborando con su mantenimiento, fortaleciendo cada vez más la academia, la cultura y el deporte. Recordando en todo momento frases gloriosas de nuestro himno como “El liceo es honra de patria” y “En su claustro se infunde la ciencia, la cultura y el honor”.

PLACA CENTENARIA 2017

De nosotros sus exalumnos que hoy día han incursionado en el mundo de la academia, la política, las ciencias, la cultura, la educación, el deporte, el ámbito militar, los negocios, el comercio, entre otros; y de las personas que una vez laboraron en sus recintos y que hoy se encuentran en la merecida situación de jubilación, el Liceo nos exige nunca olvidarlo, que se sumen los esfuerzos entre la comunidad centenaria y el gobierno central, regional y local para que así, entre todos logremos mantener firme al decano otros cien años más.

Finalmente quiero agradecer a mi padre Luis Felipe quien desde que tengo uso de razón me dijo “estudie hijo, porque te vas a graduar en el Liceo Libertador”, a mi madre Carmen Andrea por darme el milagro de la vida, a mi maestro y amigo Nelson Barrolleta por bridarme las herramientas para ser un profesional exitoso, a mi esposa Karol Nathalie y a mi hijo Luis Miguel por ser los motores que mueven mi existir.

Así que culmino esta intervención tal cual como las inicié, dándole vida 50 años después a las letras del maestro Tablante Garrido y que pido muy humildemente al Director que considere sean escrita en la entrada de la institución:

Dr. Pedro Nicolás Tablante Garrido


 “Cada persona sea alumno o profesor, que traspase este umbral, contrae la obligación con la ciudad y la República, de ser ciudadano integro, de observar compromiso de honor, de cumplir con el deber de ser venezolano, para no manchar el tanto histórico cuanto significativo nombre del Libertador con que está el Liceo exornado”.

Damas y Caballeros, jóvenes estudiantes, colegas docentes, Comunidad Centenaria. Muchas Gracias.

Recibiendo la Orden Dr. Tulio Febres Cordero de manos de la Presidenta del Consejo Legislativo del Estado Bolivariano de Mérida


Ofreciendo el discurso de orden en honor al Centenario del Liceo Libertador y Paso de Bolívar por Mérida


ORGULLOSO DE PERTENECER AL LICEO LIBERTADOR

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