VICTORIA EN LA PAMPA DE AYACUCHO
El venezolano por naturaleza es un ser amante de la paz, nuestro Ejército
Libertador sólo ha salido de sus fronteras para llevar la libertad absoluta a
los pueblos oprimidos de nuestra América. Ejemplo de esta magnífica condición fue
la extraordinaria Batalla de Ayacucho (1824), donde el hijo ilustre de Cumaná Antonio
José de Sucre, lideró las acciones bélicas que doblegaron al ejército español acantonado
en Ayacucho y trajo consigo la libertad del Perú.
Gratitud eterna que le debe el pueblo peruano y toda la América Meridional a
los hijos de Venezuela, quienes dejaron atrás todo lo conocido para continuar
con el proyecto libertario de Simón Bolívar.
Tomado del Catálogo Digital del Archivo del Libertador Simón Bolívar disponible
en http://www.archivodellibertador.gob.ve
Documento 10017. Orden del día del Estado Mayor General Libertador, del 22
de diciembre de 1824, con la noticia de la victoria obtenida por las armas
republicanas el día 9 de diciembre en la pampa de Ayacucho.*
Cuartel General en Lima, a 22 de diciembre de 1824.
Estado Mayor General. Orden del día.
S.E. el Libertador ha recibido anoche por conducto del
edecán del señor general Sucre, capitán Alarcón, la confirmación de la batalla
de Ayacucho el 9 del corriente, a las órdenes del inmortal general Sucre.
Después de cinco meses de maniobras hábiles por ambas
partes y de diferentes combates, siempre gloriosos para nuestras armas, el
señor general Sucre esperó al enemigo en la posición de Ayacucho. Los dos
ejércitos tuvieron el 8 algunos encuentros. El 9 el Ejército Libertador fue
atacado por el ejército enemigo, que había tomado las alturas que estaban al
frente de nuestro campo. El general Valdés a la vanguardia, mandaba la derecha
con cuatro piezas de batalla, cuatro batallones y dos escuadrones de Húsares.
El general Monet el centro, con cinco batallones. El general Villalobos mandaba
la izquierda con 7 piezas y cuatro batallones. El resto de la caballería y del
ejército español estaba a retaguardia.
Nuestro ataque fue en el orden siguiente: El general
Córdova atacó por la derecha con la 2a división de Colombia, compuesta de los
batallones Bogotá, Voltígeros, Pichincha y Caracas. El general La Mar mandaba
la izquierda con los batallones del Perú, Legión, Números 1, 2 y 3. La división
del general Lara estaba en reserva.
Los dos ejércitos, aunque muy desiguales en fuerzas
ardían por combatir. El enemigo tenía cerca de 10.000 hombres y el nuestro
5.800.
Los batallones de la 2a división de Colombia marcharon
arma al brazo con un denuedo de que hay pocos ejemplos. Apenas se rompió el
fuego, cuando los españoles empezaron a perder terreno y a desordenarse. La
división del Perú habiendo encontrado una resistencia muy vigorosa en la
vanguardia enemiga a las órdenes del general Valdés, fue reforzada por el
general Lara con los batallones Vencedor y Vargas de La Guardia Colombiana.
Entonces ya nada resistió el ímpetu de nuestros bravos. El 2° Escuadrón de
Húsares de Junín a las órdenes del intrépido comandante Olavarría, cargó
brillantemente a los escuadrones enemigos que estaban a la derecha del general
Valdés, y logró un suceso admirable. Los escuadrones de Colombia cargaron pie a
tierra, por el flanco derecho nuestro a la infantería española. El regimiento
de Húsares de Colombia a las órdenes del intrépido coronel Silva cargó, lanza
en mano, a los Granaderos de la Guardia del Virrey, que fueron despedazados.
Este bravo coronel recibió tres lanzazos.
Todos los cuerpos, todas las armas se portaron de un
modo heroico, durante el corto pero terrible choque de la batalla.
Nuestra pérdida ha sido de muertos un jefe, 8
oficiales y 300 soldados; heridos 6 jefes, 34 oficiales y 480 soldados. La del
enemigo, el Virrey herido, 6 jefes muertos, y 2.600 de tropa entre muertos y
heridos. [1]
El señor general en jefe atendiendo a la bizarra
comportación del señor general Córdova en la batalla de Ayacucho, tomó el
nombre de Colombia, del Libertador, del Congreso y del Gobierno para ascenderlo
sobre el mismo campo a general de división, y en iguales términos ha nombrado
general de división al señor general Lara por sus muy distinguidos servicios
en la campaña. Del mismo modo el señor general en jefe ha dado a los jefes del
ejército los premios siguientes, mientras pasadas por las divisiones las
noticias de los señores oficiales y tropa que se han distinguido, se concedan
las promociones a que sean acreedores.
Coronel graduado José Leal, a coronel efectivo.
Teniente coronel Trinidad Moran, a coronel graduado. ídem, ídem, graduado Pedro
Guash, a teniente coronel efectivo. ídem, idem, ídem Rafael Cuervo, a Ídem,
ídem, ídem. ídem, ídem, ídem Antonio Guerra, a ídem, ídem, ídem. Teniente
coronel graduado N. Jiménez, a teniente coronel efectivo. ídem, idem, idem
Jorge Brown, a ¡dem, idem, idem. Sargento mayor Pedro Torres, a teniente
coronel graduado. ídem, ídem graduado Antonio Sornoza, a sargento mayor
efectivo.
El señor general en jefe ha recomendado con particular
encarecimiento a la consideración de S.E. el Libertador, los servicios de los
señores coroneles Silva [2], Carvajal y Sandes,
recomendando también las heridas que recibió el primero en la batalla.
Como no se ha recibido el parte de esta jornada, por
la muerte del teniente coronel Medina, apenas sabemos los jefes que más se han
distinguido. El señor general La Mar, según los informes, se ha conducido de un
modo digno de su antigua reputación. Cuando llegue este glorioso parte, se
insertará todo en la orden del día.
Los restos del ejército español a las órdenes del
general Canterac, capitularon con el señor general Sucre antes de terminado el
día de la batalla. Por esta capitulación todo lo que pertenecía al poder
español en el Perú se ha mandado entregar a esta República.
Todo el ejército español, inclusive 15 generales, ha
quedado en nuestro poder.
El general jefe,
[MANUEL JOSÉ SOLER]
* De un copiador del Estado Mayor General Libertador.
Archivo del Libertador, Sección O’Leary, Tomo 37, folios 335 recto-336 Vto. El
documento es una versión de la narración del capitán Alarcón, para entonces
ayuda de campo del general Sucre. La copia fue redactada en la orden del día
por disposición del Libertador. También fue colocada esta narración en la
Gaceta del Gobierno [del Perú], número extraordinario, del 22 de diciembre de
1824. De igual forma se halla este documento en: Memorias del General O’Leary,
Tomo XXII, pp. 591-593.
Notas
[1] A continuación fue tachado lo
siguiente: "El señor general Sucre recomienda los siguientes jefes, a
quienes ha dado los ascensos inmediatos".
Óleo de la Batalla de Ayacucho. Obra de Martín Tovar y Tovar
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